27 noviembre 2008



















Canción de la vida profunda
Porfirio barba-Jacob (colombiano)

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
Como las leves briznas del viento y el azar.
Tal vez bajo otro cielo la gloria nos sonríe.
La vida es clara, undívaga y abierta como un mar.

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
Como en Abril, el campo que tiembla de pasión:
Bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
El alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
Como la entraña oscura del oscuro pedernal:
La noche nos sorprende con sus profusas lámparas,
En rútilas monedas tasando el bien y el mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos…
(¡Niñez en el crepúsculo!, ¡lagunas de zafir!),
Que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
Y hasta las propias penas, ¡nos hacen sonreír!

Y hay días en que somos lúbricos, tan lúbricos,
Que nos prepara en vano su carne, la mujer:
Tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
La redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
Que en las noches, lúgubre el canto del pinar.
El alma gime entonces bajo el sol del mundo,
Y acaso ni Dios mismo nos pueda consolar.

Mas hay también, ¡Oh, Tierra!, un día…, un día…, un día
En que elevamos anclas para jamás volver…
Un día que discurren vientos ineluctables.
¡Un día en que ya nadie nos puede retener!

24 noviembre 2008

patyta

AKI PROBANDOOOOO UNO DOS UNO DOS