06 julio 2011

Ella venia de otros lugares


Ella venia de otros lugares


Ella venia de otros lugares

De aquellos que nadie puede adivinar,

De esos lugares llenos de fiebre

De color, de lluvia y unas pizcas de azafrán.


Ella venía de otros vientos

Con otros aromas que descifrar,

Pero cuando entraba en mi casa

Ni la reina de la nieve, nos podía separar.


Ella venía de otros cerros

De otras junglas ocultas por los árboles.

Ella venía de otros cielos

Con otros tonos en la tarde y otras luces al amanecer.


Ella tenía mil atajos

Para mostrarme los juncos de los que se alimentaba.

Pero siempre sentía más deliciosos los gajos

De las mandarinas que de ahí robaba.


Ella me traía sobre las nubes

Mientras el viento huía de su beldad.

Yo oraba silenciosamente

Por si a Dios se le ocurría querérmela arrebatar.


El Día fatal vino con el otoño

Que me pareció invierno y fin del mundo a la vez.

Pero no hubo de pasar mucho tiempo

Para que sin su presencia la primavera floreciera con desdén.


Ella venía de otros lugares

De otros mundos, de otra dimensión.

Y sólo ella sabe

Si fue Dios o el otoño

El que sintió envidia del destello de sus ojos y del brillo de su pelo

Cuando decía que amaba la eternidad porque en este mundo existía yo.


Ella venía de otros cielos

Dónde nadie la iba a extrañar.

Quién diría que aunque fuese tan maravillosa,

Ni en este mundo la fuesen a añorar.


Yo sólo escribo para recordarles

Que de otros lugares venía

Llena de destellos, llena de luz.

Y que aunque ustedes no se acuerden,

Sólo sus ojos y el destello de su pelo, podían opacar al sol.

05 julio 2011

Sonatina (Rubén darío)

Sonatina


La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?

Los suspiros se escapan de su boca de fresa,

Que ha perdido la risa, que ha perdido el color.


La princesa está pálida en su villa de oro.

Está mudo el teclado de su clave sonoro;

Y en el vaso, olvidada, se desmaya una flor.


El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.

Parlanchina, la dueña dice cosas banales,

Y vestido de rojo, piruetea un bufón.


La princesa no ríe, la princesa no siente;

La princesa persigue por el cielo de oriente

La libélula vaga de una vaga ilusión.


¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,

O en el que ha detenido su carroza argentina

Para ver de sus ojos la dulzura de luz?


¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,

O en el soberano de los claros diamantes,

O en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?


¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa

Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,

Tener alas ligeras, bajo el cielo volar,


Ir al sol por la escala luminosa de un rayo,

Saludar a los lirios con los versos de mayo,

O perderse en el viento sobre el trueno del mar.


Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,

Ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,

Ni los cisnes unánimes en los lagos de azur.


Y están tristes las flores por la flor de la corte:

Los jazmines de oriente, los nelumbos del norte,

De occidente las dalias y las rosas del sur.


¡Pobrecita princesa de los ojos azules!

Está presa en sus oros, está presa en sus tules,

En la jaula de mármol del palacio real;

El palacio soberbio que vigilan los guardas,

Que custodian cien negros con sus cien alabardas,

Un lebrel que no duerme y un dragón colosal.


¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!

(la princesa está triste, la princesa está pálida)

¡Oh visión dorada de oro, rosa y marfil!

¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe

(la princesa está pálida, la princesa está triste)


Más brillante que el alba más hermoso que abril!

Calla, calla princesa – dice el hada madrina –;

En caballo con alas, hacia acá se encamina,

En el cinto la espada y en la mano el azor,


El feliz caballero que te adora sin verte,

Y que llega de lejos, vencedor de la muerte,

A encenderte los labios con su beso de amor.


Espera


Espera


Mirando al cielo

Como se de ahí fuese a venir.


Con la boca semi abierta

Y los ojos brillando.

Como si el sol fuese a tener

Boca, lengua y dientes

Para esbozar, decir y reír.


Brindándome lo que espero.


Con los brazos extenuados

Y las manos callosas y enlodadas.

Porque el bosque es grande… y el silencio también.


Mientras más pasos, más silencio

Y mientras más silencio, más necesidad de la lejanía.

Pero el cielo no perdona

Ni la pena ni la extenuación.


Haciendo hoyos en el suelo,

Como si te los fueran a devolver.


Con los vidrios en los ojos

Y los espejos en las manos,

Como si la verdad fuese el efecto de la causa.

Como si un conjuro pudiera hacerla aparecer.


Si no fuera porque no invento cosas

Ni patento novedades,

Creería que también se puede hacer eso con la verdad.

Que no se inventa, porque alguien más la inventó

Haciéndonos creer que todos la poseemos,

Pudiendo elegir cuando desvelarla;

Cómo si siempre fuese

algo nuevo, uno, inmutable y eterno.


Expectante

Como los niños cuando se les corta el volantín,

Indomable e irremplazable.


Expectante porque siempre el niño espera

Poder ver dónde cae (y que no sea muy lejos).


Mirando al cielo,

Esbozando de vez en vez una sonrisa.


Expectante,

Sigo expectante.

Como si lo incierto fuese a desaparecer.-

04 julio 2011

Cosas perdidas




Cosas perdidas


Si he perdido la risa

Si me ha invadido el dolor,

No es porque no te ame

Es porque mi casa desapareció.


Se me caen encima las risas que no nacieron

Huyen de mí los llantos perennes.


Los dolores de parto son inservibles

Ni así nacen tus palabras.


El mutismo

El silencio.

La nieve de tu boca

El agua de tus ojos.


Lánzame al averno

Escúpeme

Lacerame

Matame.


Hazme algo

No seas indiferente.

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Una de las tantas cosas perdidAS:

http://www.albyalamo.com/index.php?/blog1/el-gesto/

http://www.albyalamo.com/index.php?/files/2009/


03 julio 2011

Calla Niña



Calla niña

Besa más labios

Y rechaza más cabelleras cortas.


Calla niña

Súbete a las rocas del cerro

Y escucha el momento

En que el viento te invita a huir.


Calla pequeña

Y aparece.

Las espigas tocan tu piel

Pero no te quedes quieta.


Hay más que caricias

Y casi todas no son de verdad.


Calla niña

Y llora,

Suelta las quejadumbres

Luego las vergüenza de los pies.


Calla niña

Y escucha

Que para aprender

Necesitas

Parar.