Dentro de la desesperación,
habitan miedos inescrutables.
Las ganas de ser perfectos
allanan la voz y la tranquilidad,
y el terror se apodera se cada músculo.
Es así como vivimos desesperados
perdiendo nuestra habilidad.
Cada uno tiene un talento
una especialidad.
Pero si el miedo ataca nuestro espíritu
perdemos nuestra actitud y toda capacidad.