No me gustan más tus ojos que tus besos
ni el escalofrío que me dan tus manos.
Yo te quiero toda
te quiero completa
y delicadamente mantenerte quieta.
Quiero, por la rendija de la puerta
el contorno de tu sombra.
Para cuando ya no esté despierta
e imaginarte sacándote la ropa.
Yo te quiero entera
desde el borde de tu sombra
a tus ojos sombríos.
Desde tu indiferencia
a tu pasión.
Llena de especias
llena de sol.
Te quiero perfecta
y consumada,
llena de esferas
traída por hadas.